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Perú: Terroristas buscan consolidar nuevo eje estratégico al mando de ‘Gabriel’

Publicado: 2012-02-12

Hermano de Víctor Quispe Palomino habría dirigido el ataque a comisaría. Ruta Vilcabamba-Echarate es clave para la salida de la droga a Brasil

Domingo 12 de febrero de 2012 - 08:40 am

(Foto: Miguel Bellido)

NELLY LUNA

Enviada especial

Cusco. “No se trata de un hostigamiento, como han dicho algunos. Ha sido claramente un ataque de Sendero Luminoso”, aseguran los policías de la comisaría de Pucyura, en Vilcabamba.

Cinco días después del atentado que dejó dos policías heridos, el lugar aún muestra las secuelas: huecos de balas en las paredes, dos camionetas destrozadas y decenas de policías patrullan las calles. Solo las agujereadas calaminas de los techos han sido reemplazadas. En la sede administrativa del distrito –aquí se encuentran la municipalidad, la gobernación y la comisaría– se teme un nuevo ataque. “Están buscando municiones y armamento”, dicen los policías.

El atentado a esta comisaría es el tercer ataque senderista en la zona desde que las Fuerzas Armadas ingresaron a Vizcatán. Los otros dos se registraron en Kiteni (Echarate, en marzo del 2011) y Chotequetira (Vilcabamba). Este último, sin embargo, no solo habría buscado apoderarse de armamento y municiones, sino también consolidar la presencia de Sendero en la ruta Vilcabamba-Echarate (provincia de La Convención), eje estratégico para la salida de droga a Brasil.

“Los campesinos los ven de vez en cuando por las alturas”, cuenta un poblador de Pucyura. La policía lo reconoce: “A veces vienen a reportarnos estos hechos”. Inteligencia policial sabe que en esta zona se desplazan entre 30 y 40 senderistas, que poseen fusiles AKM y Galil, así como instalazas y lanzagranadas, y que están al mando de ‘Gabriel’, uno de los hermanos de Víctor Quispe Palomino, ‘José’, cabecilla del grupo terrorista en el VRAE. Habría sido él quien planificó y dirigió las últimas acciones sediciosas.

SIN COMUNICACIÓN

Para llegar a Vilcabamba no hay que temer a las alturas. El éxito del viaje dependerá de la naturaleza y de la pericia del chofer: los huaicos cierran el acceso y las curvas cerradas y abismos profundos causan que autos y camionetas se salgan de la pista.

En medio de estas montañas, a tres horas de Quillabamba y a 15 horas de la sede del comando especial VRAE, no hay señal de celular, ni Internet, ni alumbrado público. La única forma de comunicación es el teléfono satelital. Por eso, el día del ataque, los policías recién pudieron clamar ayuda cuatro horas después de iniciada la embestida.

Los terroristas tuvieron tiempo para minar los alrededores de la comisaría y planificar la incursión desde cuatro frentes. Uno de los ataques se produjo incluso desde la torre de la iglesia local. Se había ido la luz y había mucha niebla. Los disparos comenzaron 20 minutos después de la medianoche y se prolongaron hasta las 4:30 a.m. “Al final no disparaban, solo tiraban granadas, al amanecer escaparon, habría entre 4 y 5 heridos por parte de ellos”, dicen los efectivos.

Este suceso ha recordado la tremenda fragilidad de la presencia policial en Vilcabamba. Ese día hubo dos huaicos: uno obstaculizó el traslado de los suboficiales heridos, Omar Álvarez y Gilbert Hurtado; el otro interrumpió el paso de los refuerzos que salían desde Quillabamba, ubicada a 3 horas. Los heridos tuvieron que hacer un transbordo; los refuerzos llegaron recién a las 9:20 de la mañana, es decir, cinco horas después de que concluyera el ataque.

RECOMPENSAS

S/. 13’000.000

Ofrece la PNP por dar con el paradero de Víctor Quispe Palomino ‘ José’.

S/. 1’300.000

Es el monto ofrecido por Martín Quispe Palomino ‘Gabriel’.

0800-100-14 o al 0800-100-14

Son los números a los que se puede llamar para denunciarlos.


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